Luis Carlos de Arapey (1921 - \o/ ) Livros Publicados: Poemas do Tempo Frágil Rio, 1951 O Dia Sobre o Rio S.P., 1961 Poemas Inspirados Em Música S.P., 1971 Poemas Inéditos PoA., 1981 Poemas Inéditos PoA., 1991 Remembranças PoA., 1991 Poemas de Arapey PoA., 2001

quarta-feira, 4 de junho de 2008

LA POETICA FRONTERIZA DE LUIS CARLOS DE ARAPEY




Un poeta de la verdadera integración

Luis Carlos de Arapey es una figura singular.
Singular porque nacido en Uruguay, en el Departamento de Salto, el 2 de abril de 1921, se siente tan brasileiro como el que más. Singular porque no obstante sus 64 años de residencia en Brasil, nunca perdió su identidad, sus raíces. Al contrario, las nutrió, aún en la amarga lejanía de la Patria. La evocación de ella, especialmente de la pampa, donde acunaron sus sueños de infancia, es un tema recurrente y repica constantemente a lo largo de su obra. Como por ejemplo en “Campo patrio / amor tan grande / que ni se pudiera escribir, con restricta palabra. / Siempre a ti han pertenecido mis cálidos recuerdos / y el primer asombro / de tantos huesos blancos / como caídos de la luna.”
En realidad, Arapey pertence y convive en dos mundos al mismo tiempo, al campo y a la ciudad, a un país y a outro. Representa en buena medida la integración de dos pueblos latinoamericanos, es referencia nítida de una cultura fronteriza que tiene su espacio y su estructura y se desarrolla sobre bases propias, sincréticas o con más frecuencia uniendo lo que es diferente sin desconocer las particularidades de cada parte.
Una pista en este sentido la ofrece “Homenaje Permanente”: “Vibrante toque de guitarras bajo ombúes / y una luna de leche /
Descontados los prejuicios / que tus ciudadanos repudian / te evocamos en una lengua hermana / con igual ternura de residente fronterizo / Oh ! Uruguay !... / Quizás por estar conscientemente ubicado en esa dimensión, Arapey consiga tanto en portugués como en español, ser preciso en la transmisión de la emoción con que carga sus palabras. Su lenguaje, es el de un romántico. Su poesía brota de lo sensible, del instante inspirador, del duende lírico que sustituye a lo racional por lo intuitivo, y en el caso de Arapey, frecuentemente, por la catarsis nostálgica proyectada para descubrir el presente y encontrarle significado al futuro, como propone en “Renovación”: “Palabras vacilan / Avanza el rumor subterráneo y el viento palpable / Atónitos, comprensivos, vienen de un mismo territorio / el amanecer único / trayendo las razones que los sufridos jamás olvidaron /
Presente y futuro despiertan en las madrugadas”.
Serafín J. García, con quien Arapey mantenía una profunda amistad, en 1951 destacaba respecto a su poesía: “La limpieza y lo conciso de la idea, al contrario de Neruda, que es tumultuoso y frondoso, hermosamente vestido, Arapey parece desaliñado... pero solo es una modalidad buscada por el poeta que tiene una conducta estética propia, a la que guarda una ceñida fidelidad”.
El criterio de Serafín J. García puede compartirse en lo fundamental. Sin embargo, Arapey, en ocasiones se ata a la elocuencia, en otras se vuelve radicalmente substantivo, inclusive circunstancialmente decae en la retórica. Su objetivo es introducirnos por todos los medios en un universo poético de telúrica expresión, a veces misterioso y de ese modo nos atrapa.

“En viaje”: “Impelidos por el viento / nos medimos con la distancia. / Desbordado horizonte desafia el vasto cielo de las pampas. / Eco lejano / hoy nos alcanza, para que en este pleno sol / la vida de momento eterno / se justifique hasta las lágrimas. / Queremos la tierra y lo que en ella vive, / simultáneamente con mansedumbre y rebeldia.
Desde otro ángulo, hay en el poeta un cierto discurrir contra corriente que aún cuando no signifique un despegarse de lo inmediato, sugiere una profunda necesidad de aventura, inclusive a través del empleo de opuestos y supuestos.
Los versos de “Poeta” en particular, captan estos rasgos esenciales que también pertencen a la personalidad de Arapey:“Su constante fue inapelablemente / de amoroso adiós / en viento transportado / hacia otros lugares / encantadas ocasiones frágiles / tanto ! / que las propias letras pesan / sofocan / y casi arrancan otros llantos / derramados / no derramados / en el extenso parque / en la noche antigua y tan presente / al ser evocada / en desmayo / que es toda la vida / y ya sabíamos / en vísperas de atravesar / lo que ella tenía de fantasia / su más bella realidad !”
No falta en Arapey, la acotación irónica, ante el derroche. Así en “Punta del Este” dice: “Ni como San Francisco / ni como Vladimir Mayakowsky / así mismo / he visitado / a este tan renombrado lugar.../ Qué podía hacer yo / sufrido y viejo gaucho de a pie / en un pedazo de mi tierra degradado / donde ni a los animales los podia ver / sin ardientes lágrimas / descorazonado / avergonzado”.
O el compromiso de una causa justa:...”El canto que aún hoy / siento por Stalingrado y nunca he podido escribir / hoy lo siento por ti isla ejemplar / de nuestros hermanos descendientes de Martí.

Mi lápiz por timi pensamiento por timi vida también. Cuba es madre y madre es verdad!”
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La obra de Luis Carlos de Arapey que vive actualmente en Porto Alegre, es miembro de la Dirección del Instituto Cultural José ARTIGAS, compreende los libros:

“Poemas do Tempo Frágil”, Rio de Janeiro 1951;
“O Dia Sobre o Rio”, São Paulo, 1961; “Poemas Inspirados Em Música”, São Paulo, 1971;
e inéditos, 1981 y 1991.

Especial de Cono Sur Press
Por Mario del Gaudio
“LA JUVENTUD” Montevideo, Junio 14 de 1991

Um comentário:

Unknown disse...

En mi humilde opinión, para ser un gran poeta, es necesario además ser una gran persona, porque la poesía es de alguna manera el reflejo del alma, por eso Luis Carlos es nuestro gran poeta, porque además de ser una maravillosa persona, nos representa a los que hemos tenido a nuestras madres brasileras y nuestros padres uruguayos, nos representa a los que amamos las pequeñas grandes cosas de la vida, lo espiritual, lo intangible, lo que nos hace humanos, Muy Feliz Cumpleaños,
Celina Burmester

Arapey

Arapey
Luis Carlos De Arapey o Poeta da Integração do Conesul